En el contexto actual, donde el análisis de cohortes se ha convertido en una herramienta esencial para entender mejor el comportamiento del cliente, aprender a utilizarlo estratégicamente puede marcar la diferencia. Este tipo de análisis permite identificar patrones ocultos en los datos, optimizando así las estrategias de marketing y fidelización. En nuestro Máster en Business Analytics e Inteligencia Artificial, enseñamos a dominar esta técnica desde un enfoque práctico, con herramientas reales y casos de negocio. A lo largo de este artículo explicaremos qué es el análisis de cohortes, cómo se diferencia de otras técnicas de segmentación, su aplicación en entornos de negocio y su valor formativo, especialmente en entornos donde la retención de usuarios y la segmentación de clientes son claves.
Veamos ahora cómo esta técnica se aplica en diferentes contextos empresariales.
El análisis de cohortes es una técnica que agrupa a los usuarios o clientes en función de características compartidas durante un periodo de tiempo determinado. A diferencia de otros enfoques analíticos que tratan a la audiencia como un conjunto homogéneo, esta metodología permite detectar comportamientos específicos y su evolución, lo que resulta crucial para una estrategia centrada en el dato.
Este enfoque es especialmente útil en organizaciones que basan sus decisiones en el análisis de datos, ya que facilita la identificación de segmentos más rentables, los puntos de fuga en la experiencia de cliente y las acciones más eficaces para incrementar la lealtad. Si queremos ampliar este enfoque, recomendamos consultar el artículo de INESDI sobre técnicas de análisis de datos en el ámbito empresarial.
Existen dos grandes categorías dentro del análisis de cohortes:
Ambos enfoques aportan valor, y su aplicación depende del objetivo del análisis. Mientras las cohortes temporales son útiles para evaluar cambios en la retención tras una campaña, las cohortes de comportamiento permiten personalizar experiencias basadas en la interacción real.
Esta distinción permite entender mejor las ventajas frente a métodos más tradicionales.
La segmentación tradicional suele basarse en datos demográficos o geográficos, que si bien son útiles, no siempre explican el comportamiento del usuario. En cambio, la segmentación por cohortes agrupa en función de acciones y tiempos específicos, proporcionando una perspectiva dinámica.
Por ejemplo, dos clientes del mismo perfil demográfico pueden tener trayectorias completamente distintas en una plataforma. Con cohortes, es posible detectar esas diferencias y actuar de forma personalizada. Este tipo de análisis se ha convertido en una habilidad crítica en el perfil del analista. Para conocer más sobre este rol, recomendamos leer Qué hace un data analyst.
Aplicar cohortes en estrategias de marketing permite:
En sectores como el e-commerce o los servicios digitales, esta metodología no solo optimiza el presupuesto de marketing, sino que también mejora la experiencia del cliente. Gracias a la integración con herramientas de business intelligence, el análisis de cohortes se vuelve aún más potente, permitiendo crear dashboards interactivos que visualicen los cambios en la retención o en el engagement con total claridad.
Vamos a ver cómo aplicar esta técnica a la práctica del marketing y el análisis de negocio.
Una de las aplicaciones más efectivas del análisis de cohortes es la segmentación de clientes para mejorar tanto la retención como el engagement. Esta técnica permite detectar cuándo los usuarios dejan de interactuar, cuánto tiempo permanecen activos y qué acciones conducen a su fidelización. Con esta información, es posible personalizar la comunicación, rediseñar el onboarding o lanzar campañas de reactivación ajustadas a cada grupo.
El valor añadido reside en el nivel de granularidad que permite esta segmentación. En lugar de campañas genéricas, cada cohorte recibe un trato ajustado a su comportamiento, aumentando así las tasas de conversión y reduciendo los costes de adquisición de clientes.
En el sector e-commerce, este enfoque permite evaluar qué campañas generan usuarios recurrentes y cuáles solo atraen tráfico puntual. Por ejemplo, analizar la evolución de las cohortes tras una campaña de descuentos ayuda a determinar si estos clientes siguen comprando después de su primera transacción.
En modelos SaaS, el análisis de cohortes es clave para entender la retención de usuarios y el valor del ciclo de vida del cliente (CLTV). Las cohortes pueden mostrar cuánto tiempo se mantiene una suscripción activa, en qué momento suelen abandonar y cómo afectan las actualizaciones del producto o los cambios de pricing. Este conocimiento es esencial para tomar decisiones de negocio fundamentadas.
Para ilustrar su implementación, veamos cómo hacerlo con una herramienta ampliamente usada.
Google Analytics cohortes ofrece informes específicos que permiten analizar a los usuarios en función de su fecha de adquisición. Para acceder, basta con ir al apartado “Audiencia” > “Análisis de cohortes”. Desde ahí, se pueden configurar los parámetros clave: tipo de cohorte, métrica de análisis y tamaño del grupo.
Las métricas más relevantes en estos informes son:
Estas métricas, combinadas con las cohortes, ayudan a comprender qué prácticas generan usuarios más fieles y qué áreas requieren mejora.
Ahora veamos cómo algunas startups están aprovechando esta técnica en entornos reales.
Startups tecnológicas en Madrid y Barcelona están integrando el análisis de cohortes en sus procesos de crecimiento. Por ejemplo, una fintech con sede en Barcelona utilizó cohortes para evaluar el impacto de cambios en su app sobre la actividad de los usuarios. Gracias a estos datos, rediseñaron su onboarding, aumentando un 25% la retención en los primeros 30 días.
Del mismo modo, una plataforma de formación online en Madrid segmentó cohortes según el canal de adquisición, lo que les permitió identificar que los usuarios que llegaban por recomendación tenían un CLTV tres veces superior a los captados por campañas pagadas.
Estas startups suelen integrar cohortes dentro de sus paneles de control de business intelligence, utilizando herramientas como:
Estas herramientas permiten visualizar el comportamiento de cada cohorte y tomar decisiones basadas en evidencia.
Finalmente, es importante entender cómo se enseña esta técnica en entornos académicos.
En programas formativos como el de INESDI, el análisis de cohortes se enseña desde un enfoque práctico. Desde el primer módulo, los estudiantes trabajan con herramientas reales y datasets empresariales. Se simulan escenarios como la pérdida de usuarios en un ecommerce o el crecimiento de usuarios activos en una plataforma digital, aplicando cohortes para interpretar los resultados.
Este enfoque permite adquirir habilidades directamente aplicables al entorno laboral, fortaleciendo el perfil profesional y mejorando la empleabilidad.
El análisis de cohortes no se estudia de forma aislada, sino en conexión con otras disciplinas como el Business Intelligence y la inteligencia artificial. Por ejemplo, se enseña cómo integrar cohortes en modelos predictivos de IA para anticipar el abandono de clientes o recomendar contenidos personalizados.
Además, se vincula con otras competencias del perfil del analista. Para profundizar en estas habilidades, sugerimos revisar las claves para ser analista de datos para abordar los conocimientos técnicos y estratégicos que se requieren hoy en día.
El análisis de cohortes es una herramienta poderosa para comprender la evolución del comportamiento de los clientes y optimizar estrategias basadas en datos. Frente a metodologías tradicionales, permite una segmentación más rica, decisiones informadas y mejoras en la retención. En sectores como el e-commerce, el SaaS o incluso la educación online, su aplicación marca la diferencia entre crecer de forma sostenible o perder oportunidades. Por eso, formarse en esta técnica es clave para cualquier profesional que aspire a liderar en entornos orientados al dato.