Vivimos un momento claro en cuanto al auge tecnológico. La digitalización se ha convertido en parte de nuestras vidas sin apenas darnos cuenta. Este proceso lo hemos ido implementando dentro de nuestras rutinas, haciendo que en muchos aspectos se simplifiquen. Buscando concretamente la eficacia en los procesos. Y precisamente hablando de procesos, nos centramos en uno de los principales que nos rodean día a día.
El proceso de desarrollo de una aplicación web y todo lo que ello conlleva es parte fundamental para que todas esas aplicaciones que tenemos en nuestros smartphones y que nos permiten hacer consultas, estar al día de informaciones, facilitarnos procesos de trabajo o incluso comprar; funcionen perfectamente y respondan a las necesidades del propio consumidor. De la persona que demanda esa información o esa herramienta. El futuro o la simplicidad en tus manos. Un universo de posibilidades a golpe de clic que para que esté disponible en tu dispositivo, un equipo de desarrollo web ha tenido que diseñar, dar forma y programar.
Cada vez nos encontramos más perfiles de estudiantes que se sienten atraídos por el mundo digital y que quieren centrar su futuro en desarrollar elementos digitales en el campo que mejor consideren. Este tipo de trabajos con alto contenido creativo suenan de maravilla y dada la proyección laboral que plantean pasan por ser el futuro del mercado laboral precisamente por la alta demanda y el auge de las aplicaciones.
La especialización es vital en este tipo de trabajos y estudiar bien cada punto y detalle hará que te diferencies frente a tu competencia. El estudiante podrá dar respuesta a estas necesidades en cuanto al desarrollo de aplicaciones Web y tener una visión completa de cada una de las fases, tanto del front-end como del back-end, así como los procedimientos de desarrollo de productos web.
Una profesión que como venimos diciendo es y será altamente demandada, ya que la tecnología y la digitalización se puede decir que son las palabras mágicas a la hora de buscar trabajo hoy en día.
Las empresas que no están en la red se puede decir abiertamente que no están explotando todo su potencial y que, a su vez, están desaprovechando una gran oportunidad de crecimiento. El adaptarse y ser resiliente en los tiempos que corren es vital para sacar el máximo beneficio a un negocio. Por lo tanto, la mayoría de las empresas deben estar en la red ya sea con una web propia o lanzándose directamente a desarrollar una aplicación web. Con estas Apps se consigue llegar directamente al público objetivo que demandará los productos de modo que cada vez más, la solicitud de estos desarrolladores o programadores de aplicaciones web, está más demandado.
Precisamente la alta demanda en la realización de estos trabajos para que las empresas y grandes compañías optimicen sus procesos y ofrezcan los mejores servicios, hacen que la formación en este campo sea una de las mejores opciones de cara a la obtención de un puesto de trabajo.
El proceso de desarrollo de una aplicación web es algo bastante sistemático. Muchas compañías prestan sus servicios de forma digital por lo que la necesidad de ofrecer productos rápidos y fiables es la prioridad en este sector.
¿Qué partes incluye el proceso de desarrollo de una aplicación web?
El proceso de desarrollo de aplicaciones web es cíclico. Se trata de seguir una serie de pasos que no varían para conseguir el objetivo de diseñar y programar una aplicación web fiable, óptima y segura. Para ello, los pasos que hay que ir realizando son los siguientes:
1. El análisis.
En cualquier trabajo la labor de documentación e investigación ayuda a enfocar el camino a seguir para desarrollar los siguientes pasos. Es vital de cara a conseguir los objetivos que nos proponemos, investigar y analizar todos los requisitos preliminares y aspectos claves. Entre ellos, conocer bien la empresa, quién es el target al que va dirigido y los productos que ofrece.
2. Especificaciones técnicas.
Aquí en este punto se valorará todo lo relacionado con el proyecto técnicamente. Se penará en el diseño, cómo se puede ofrecer una navegación optimizada y por supuesto todas las dinámicas que tengan que ver con la aplicación. También se valorarán los plazos y coste de los mismos.
3. Diseño.
Es momento de habiendo valorado los dos puntos anteriores, ser creativos. Llegar a conseguir que la aplicación cumpla con todos los requisitos de navegación de la forma más estética posible. Debe mostrar interactividad, diseño y adaptarse completamente a las necesidades del futuro consumidor. En esta fase se procede a diseñar un primer boceto o prototipo para trabajar ya sobre algo fijo sobre el cual se podrán hacer pruebas y garantizar la calidad.
4. Contenidos.
Los textos son fundamentales dentro de la aplicación y por supuesto deben estar perfectamente redactados. Teniendo en cuenta las expresiones, la ortografía y la gramática.
5. Codificación.
Teniendo ya aprobado el diseño y los textos es momento de que los desarrolladores de aplicaciones web se pongan manos a la obra para agregar su código sin alterar el diseño. No puede afectar la apariencia del mismo. En este punto trabajará de la mano del diseñador para optimizar el resultado.
6. Las pruebas finales.
Con todo este camino realizado es momento de centrarse en realizar pruebas concretas para asegurarnos de que todo funciona perfectamente. Varios son los puntos a investigar. Pruebas de compatibilidad, resolución, de carga, de tensión, de integración, de escalabilidad. Todo lo necesario para que llegado el momento la navegación sea fluida.
7. Mantenimiento y renovación.
No podemos olvidar que las aplicaciones web necesitan ser renovadas o contar con un servicio de actualización para mantenerse activas. Cada cierto tiempo hay que realizar un análisis de cada uno de los puntos descritos anteriormente para ver si la aplicación resulta útil y práctica para resolver las necesidades del consumidor.