Ciclo de vida del software: fases, modelos y su importancia en desarrollo

El ciclo de vida del desarrollo de software (SDLC) se puede concebir como una hora de ruta que va guiando todas las fases del proceso tecnológico. Sin embargo, abarca diferentes modelos, por lo que si queremos aplicar uno, no solo hay que conocer sus características, sino cómo se adaptan a cada proyecto según sean las necesidades. 

En este artículo, veremos las etapas, los modelos, las herramientas que se utilizan y cómo podemos elegir entre todas las opciones. 

¿Qué es el ciclo de vida del software (SDLC)?

El ciclo de vida del software (SDLC) es un proceso que se sigue para desarrollar y mantener el software de manera efectiva. Este ciclo se compone de varias fases que se llevan a cabo secuencialmente, con el fin de asegurarse de que el software cumpla con los requisitos y objetivos establecidos al principio del proyecto. Las fases del ciclo de vida del software incluyen la planificación, análisis, diseño, implementación, pruebas, despliegue y mantenimiento.

Objetivos principales del SDLC

El ciclo de vida del desarrollo de software se puede considerar una referencia para facilitar el proceso de creación del producto. El objetivo principal es asegurarse de que este tendrá la calidad esperada y se ajustará a las necesidades del usuario final. Sin embargo, también se utiliza para optimizar los recursos que hay disponibles, así como para reducir los riesgos que puedan surgir durante el desarrollo.  

Beneficios para equipos de desarrollo y empresas

Las ventajas de utilizar el SDLC son múltiples, aunque cambien en función del punto de vista que se tome. Para el equipo de desarrollo, es una guía que mejora la coordinación, la comunicación y el control del proyecto. Aumenta la eficiencia, se pueden identificar fallos en las primeras fases y se facilita la adaptación a los cambios. Para las empresas, con el SDLC, es más fácil ajustarse al presupuesto inicial y a los plazos. También se reducen los fallos graves y aumenta la satisfacción del cliente.

Fases del ciclo de vida del software

Las fases del ciclo de vida del desarrollo de software tienen un propósito específico. Son las siguientes:

1. Planificación

En la fase de planificación, se define el alcance del proyecto, los objetivos y los requisitos del software. También se establece el presupuesto y se asignan los recursos necesarios.

2. Análisis de requisitos

En esta fase, se analizan en detalle cuáles son los requisitos y se identifican los posibles problemas o conflictos que pueda haber.

3. Diseño del sistema

Se empieza a realizar el diseño de la arquitectura del software y se crean los diagramas y modelos necesarios.

4. Codificación o desarrollo

A partir de aquí, se desarrolla el software siguiendo los diseños que se establecieron en el punto anterior. También se realizan pruebas para comprobar su funcionamiento.

 5. Pruebas (QA)

Una vez que se crea el software, se realizan pruebas exhaustivas para asegurarse de que el software funciona correctamente y como se espera. 

6. Despliegue

En esta fase, se instala el software y se configura en el ambiente en el que se va a utilizar.

7. Mantenimiento y soporte

La última de las etapas del desarrollo de software es el mantenimiento y el soporte. El trabajo no termina con la instalación, ya que es necesario realizar tareas de mantenimiento que aseguren que el software funciona bien. También se procederá con las actualizaciones pertinentes cuando sea necesario.

Modelos de desarrollo en el ciclo de vida del software

Existen varios modelos de ciclo de vida del software, cada uno de ellos con sus propias características y ventajas.

Modelo en cascada

El modelo en cascada es uno de los modelos más antiguos y populares en la industria del software. Es un modelo de ciclo de vida secuencial en el que cada fase del proceso de desarrollo del software se completa antes de pasar a la siguiente fase. 

Este modelo se basa en la idea de que cada fase del ciclo de vida del software se realiza una sola vez y no hay vuelta atrás. Es uno de los primeros modelos que estudian quienes quieren dedicarse al desarrollo web Full Stack, aunque hoy en día se ha superado.

Modelo en espiral

El modelo en espiral es un modelo de ciclo de vida del software que fue propuesto por Barry Boehm en 1988. Este modelo se basa en la idea de que el proceso de desarrollo del software es un proceso iterativo y que debe ser continuamente evaluado y mejorado.

Este modelo consiste en cuatro fases principales: planificación, análisis de riesgos, desarrollo y evaluación. Estas se repiten en un ciclo continuo, que se parece a una espiral, de ahí el nombre del modelo.

Una de las principales ventajas del modelo en espiral es su flexibilidad, ya que permite la retroalimentación constante y la mejora continua del software. Además, es particularmente útil para proyectos complejos y grandes, donde los requisitos y los riesgos son difíciles de definir con precisión al comienzo del proyecto.

Modelo en V

Otro de los modelos del SDLC es el modelo en V, que es una extensión del de cascada. Se centra en verificar y validar cada fase del desarrollo. La estructura en forma de “V” representa la relación que hay entre las etapas de diseño y las de prueba: cada paso que se define o implementa, se ve acompañado de otro de verificación. 

Con este modelo, los errores se detectan con rapidez en las primeras fases y es más fácil que cada componente cumpla con los requisitos establecidos. Se emplea en sectores como la ingeniería aeroespacial o los sistemas médicos, por la importancia que tienen la fiabilidad y la calidad. 

Modelo incremental

El modelo incremental divide el proceso de desarrollo en entregas pequeñas funcionales. Estas se van sumando hasta completar el producto final. En cada incremento, se añaden nuevas características o mejoras; por tanto, el software se prueba, ajusta y valida de manera continua. 

Este modelo favorece la flexibilidad, puesto que se pueden hacer cambios o correcciones en función del feedback que se vaya recibiendo en cada entrega. También reduce los tiempos de espera del cliente, que puede usar versiones parciales del sistema hasta que se finalice todo el desarrollo del producto. 

Metodologías ágiles (Scrum, Kanban)

Las metodologías ágiles, como Scrum y Kanban, trabajan de manera iterativa, colaborativa y adaptable a los cambios. Los equipos trabajan en ciclos cortos llamados “sprints”, que se revisan y ajustan continuamente a los resultados que se obtienen.  

Scrum se basa en roles definidos, se hacen reuniones frecuentes y entregas periódicas de valor. Kanban se centra en la visualización del flujo de trabajo y la mejora continua. Pero las dos metodologías ponen en el centro la comunicación, la entrega rápida de las tareas y la satisfacción del cliente. Además, potencian la autonomía y la productividad de los equipos.

¿Cómo elegir el modelo adecuado?

Para elegir un modelo de ciclo de vida de desarrollo de software (SDLC) hay que tener en cuenta el tipo de proyecto, los objetivos de la empresa y el nivel de flexibilidad que se necesita. Si es un proyecto con requisitos muy claros y poco margen de cambio, los modelos en V o de cascada son los mejores, por su estructura y nivel de control. Sin embargo, si el entorno es dinámico y hay que entregar valor con rapidez, es preferible optar por los modelos incrementales o las metodologías ágiles. 

También influyen factores como el tamaño del equipo, el presupuesto, la criticidad del sistema y el tiempo disponible para el desarrollo. Se trata de evaluar qué tan predecible o cambiante es el proyecto y con qué modelo se puede mantener mejor la calidad, la comunicación y la eficiencia a lo largo del proceso.

Comparativa entre modelos de SDLC

El modelo en V es el que mayor rigor y trazabilidad ofrece, pero es poco flexible ante cambios. El incremental equilibra planificación y adaptabilidad, ya que se pueden liberar partes funcionales del software de forma progresiva. Las metodologías ágiles se centran en la colaboración continua, la mejora iterativa y la entrega constante de valor. Frente a estos modelos, los más tradicionales suelen tener ciclos más largos y menos interacción con el cliente. 

Ejemplos de aplicación del ciclo de vida en proyectos reales

Un banco que desarrolla una nueva app móvil puede optar por un modelo incremental para ir añadiendo funciones como pagos, transferencias o gestión de tarjetas en distintas fases. Una empresa aeroespacial podría preferir el modelo en V, porque necesitaría hacer pruebas rigurosas y tener un control y detalle de la documentación. 

En el entorno de startups tecnológicas, las metodologías ágiles son las más usadas, porque facilitan la adaptación continua del producto según el feedback de los usuarios. Pero sea cual sea la metodología SDLC, se debe realizar el QA testing para garantizar que el software cumpla los estándares de calidad antes de su lanzamiento.

Herramientas que apoyan el SDLC

Las mejores herramientas que se pueden usar en el ciclo de vida del software para optimizar la gestión, el control de versiones y la automatización son estas:

Jira

Puede planificar, seguir y gestionar tareas en proyectos ágiles. Facilita la colaboración entre equipos y la priorización de sprints.

GitHub/GitLab

Son plataformas de control de versiones que permiten trabajar de forma colaborativa, revisar código y gestionar ramas de desarrollo.

Jenkins

Automatiza procesos de integración y despliegue continuo, para reducir errores y acelerar las entregas.

Azure DevOps

Ofrece un entorno completo para planificar, desarrollar, probar y desplegar aplicaciones en la nube.

Herramientas de testing y CI/CD

Incluyen soluciones como Selenium, Cypress o Postman, que facilitan las pruebas automatizadas y garantizan la calidad en cada etapa del SDLC.

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