Cuando un banco u otra entidad financiera concede un préstamo, está asumiendo un riesgo, puesto que siempre puede suceder, por diversos motivos, que el cliente no devuelva la cantidad recibida. Para evitar esta situación, se realiza un estudio previo del perfil de aquel, con el objetivo de minimizar ese riesgo de impago. Se le conoce como scoring, y hoy te contamos por qué es importante conocer cómo funciona este análisis.
Gracias a los avances tecnológicos, este proceso se realiza completamente de forma digital y en muy poco tiempo, ya que hay herramientas para obtener datos del cliente y analizar la capacidad de pago. Si quieres aprender todos los cambios que están teniendo lugar en este entorno, con independencia del sector y los beneficios que ofrece, puedes hacerlo con nuestro Máster en Transformación Digital e Innovación.
El scoring, también conocido como score crediticio, bancario o de crédito, es un sistema de evaluación que las entidades financieras utilizan para conocer cuál es la solvencia y la capacidad de pago de un cliente determinado. Se emplea cuando se solicitan créditos, seguros, cuentas o hipotecas, principalmente.
Para realizar esta evaluación, se usan modelos matemáticos y algoritmos, que a partir de una serie de datos personales y financieros, así como variables, obtienen una puntuación crediticia. Esta reflejaría el nivel de riesgo asociado a la concesión del préstamo o del producto financiero a la persona estudiada. Es decir, que muestra la probabilidad de que esta cumpla con sus obligaciones de pago. Tanto en lo que se refiere a la cantidad a devolver como a los plazos marcados.
Para calcular el scoring bancario, hemos dicho que se usan modelos matemáticos y algoritmos de machine learning, fruto de la innovación financiera. No obstante, el proceso es algo más complejo que realizar unos simples cálculos. Hay que tener en cuenta que no solo se valora la capacidad de pago actual, sino también el historial crediticio. Por esta razón, los factores a tener en cuenta son múltiples. Los más importantes son los siguientes:
- Historial de crédito. Aquí se incluyen todos los préstamos y los créditos que se han concedido con anterioridad y cómo los pagó el cliente. Si se pagaron a tiempo, el historial será positivo y beneficiará al scoring.
- Nivel de endeudamiento. Es la deuda actual que tiene la persona. Se pone en relación con la capacidad de pago; si esta última es baja con respecto al endeudamiento, el score baja.
- Datos personales. Edad; estado civil; número de hijos; profesión, tipo de contrato y antigüedad, nivel de ingresos y gastos. También los bienes muebles e inmuebles que posee.
- Tipos de crédito utilizados. Tarjetas de crédito, préstamos personales e hipotecarios, etc.
- Relación con el banco. Si se trata ya de un cliente actual o no y el tipo de productos que tiene contratados. También se valora la finalidad del crédito solicitado.
El scoring se emplea a grandes rasgos para valorar si al banco o a la entidad financiera le interesa conceder a la persona solicitante el producto que necesita. Es decir, si va a poder recuperar la cantidad que se da con el interés. Cuando el score es alto, significa que la persona es una prestataria de bajo riesgo. Pero si es bajo, este último se incrementa y podría haber una negativa por parte del banco o la fintech en la concesión.
Además, esta puntuación que se obtiene también es útil para las propias condiciones de los préstamos y créditos. De este modo, alguien que tiene un score alto, podría acceder a condiciones más favorables. Por ejemplo, un tipo de interés más bajo o un plazo para el pago más largo.
Otro aspecto condicionado por esta puntuación es el propio importe del préstamo. Si los ingresos son bajos en relación con la cantidad solicitada o si el nivel de deuda es ya elevado, el crédito podría verse limitado.
El scoring tiene un impacto en las personas solicitantes, dado que determina si podrán acceder o no a los productos que demandan. Gracias a la banca online y a las nuevas tecnologías, es posible acceder a un simulador de scoring bancario para conocer cuál es la puntuación de nuestro perfil. No obstante, si se tiene claro que la puntuación actual no es demasiado elevada, hay formas de mejorarla:
- Pagar las deudas cuando corresponda. La puntualidad en los pagos es uno de los aspectos más valorados por las entidades. Es lo que garantiza que recuperarán el importe concedido. Los retrasos, incluso si son pequeños, repercuten negativamente en el score.
- Reducir el nivel de deuda. El endeudamiento es otro factor de gran peso en el scoring. Lo recomendable es que la deuda que se tiene no supere el 30%.
- Evitar las solicitudes múltiples. A mayor número de créditos abiertos, menor probabilidad de que se conceda uno nuevo, puesto que el nivel de deuda es alto.
- Mantener cuentas abiertas. Salvo que el mantenimiento sea elevado, las cuentas antiguas son beneficiosas para aumentar el score, ya que tienen un historial largo del comportamiento.
- Revisar el informe crediticio. A veces pueden aparecer impagos que son erróneos, y que llevan a la persona a figurar en archivos de morosos como Asnef. Si se revisa con cierta regularidad el informe, se podrán identificar posibles errores y corregirlos.
Conocer el scoring personal y mantenerlo elevado es importante si se desea acceder a financiación. Pero si lo que realmente te interesa es cómo las nuevas tecnologías están abriendo nuevas puertas a las empresas y sus operaciones, consulta nuestros másteres y actualiza tus conocimientos.