El análisis de datos no es una actividad ligada únicamente a grandes empresas dedicadas a la tecnología. En la actualidad, quienes apuestan por él obtienen más ingresos y un margen operativo mayor que los competidores que no lo hacen. Dentro del análisis, surgen con frecuencia innovaciones, que permiten que el proceso sea más sencillo y que la información que se extrae tenga más valor. Una de estas es el cubo OLAP.
Hoy veremos en qué consiste y su funcionamiento, así como los tipos que hay y cómo podemos utilizarlo dentro de una empresa para mejorar su rendimiento. Pero si eres consciente de la importancia que tienen los datos hoy en día y quieres explorar a fondo esta rama, hazlo con nuestro Máster en Business Analytics e IA.
Las siglas en inglés OLAP significan Procesamiento Analítico en Línea. Como su nombre ya nos indica, es una tecnología que permite el procesamiento de datos en grandes volúmenes, pero de una forma multidimensional. Es decir, que a diferencia de los sistemas tradicionales con bases de datos relacionales y un procesamiento transaccional, en el cubo OLAP se puede responder con rapidez a consultas complejas.
Esto es posible porque los datos que se recopilan y se almacenan de múltiples fuentes, como páginas web, aplicaciones, sistemas internos, etc., se combinan y agrupan en categorías. De este modo, la información se procesa mejor en conjuntos y se puede dar respuesta a preguntas que necesitan de la combinación de todos los datos almacenados.
Por tanto, el análisis de datos se puede realizar desde diferentes perspectivas y niveles de detalle, con la consecuente mejora en la toma de decisiones estratégicas. Se suelen usar en combinación con los DSS. Además, puesto que los cálculos pueden llegar a ser muy complejos y además se realizan en tiempo real, se facilita el análisis ad-hoc, y se pueden identificar tendencias y patrones con mayor facilidad.
Las bases de datos son el elemento principal del Big Data. Pero por las limitaciones que presentan las estructurales, el cubo OLAP se utiliza como complemento. Su funcionamiento es el siguiente:
Los datos no se almacenan en tablas bidimensionales, sino que se usa un modelo multidimensional. Es decir, que se organizan en una estructura de cubo, donde cada una de sus dimensiones representa una variable diferente. Por ejemplo, tiempo, ubicación y producto. Cada celda del cubo contiene unos datos concretos, y gracias a las dimensiones, se realizan análisis desde perspectivas diferentes.
Para qué las consultas en tiempo real se realicen con mayor rapidez, el cubo OLAP suele hacer precálculos de las métricas y las agregaciones que se necesitarían para el análisis. Por tanto, los datos ya están procesados.
Se les conoce como drill-down, cuando se profundiza para ver datos en detalle, o roll-up, cuando solo se necesita un resumen con una visión general. Otras operaciones disponibles son el slicing, que consiste en cortar datos sueltos, o el dicing, para analizar subconjuntos específicos.
Los proveedores de software OLAP ofrecen paneles que son intuitivos y que facilitan la creación de gráficos, tablas y demás informes analíticos. Tanto su creación como su interpretación son intuitivas y sencillas.
Existen diferentes tipos de cubo OLAP. Cada uno de ellos tiene sus propias características y ventajas. Los principales son estos:
Las aplicaciones de esta tecnología en una empresa para mejorar su rendimiento son las siguientes:
Los datos seguirán cobrando protagonismo en el entorno empresarial, puesto que permite que las decisiones estratégicas que se tomen vayan acorde con los cambios en el mercado y con las necesidades y preferencias de los consumidores. Si quieres aprender sobre el análisis OLAP y otras tecnologías, inscríbete en nuestro máster.