Employer branding es un término que está ganando cada vez más importancia en el mundo empresarial. Pero, ¿qué es exactamente? En este artículo, revisaremos en detalle el employer branding, qué es, y cómo puede ayudar a las empresas a mejorar su reputación y atraer a los mejores talentos del mercado. Tampoco perdemos de vista que el término está muy relacionado con la Transformación Digital.
Para contestar sobre el employer branding y su definición, debemos adelantar que trata de una estrategia que busca mejorar la percepción que tienen los empleados actuales y potenciales sobre la empresa como empleador. El objetivo principal del employer branding es atraer, retener y motivar a los empleados más talentosos, construyendo una marca empleadora atractiva.
En un entorno competitivo donde la lucha por el talento es cada vez mayor, existe la necesidad de convertirnos en organizaciones atractivas para nuestros empleados y potenciales empleados. En otras palabras, ¿qué tenemos y ofrecemos como organización que nos hace deseables? Como marca empleadora, ¿qué nos otorga esa definición?
De ahí surge el concepto de Employer Branding, nuestra marca como empleadores, donde cobra especial relevancia la experiencia real que viven nuestros empleados. Estos son los que disfrutan o sufren la realidad diaria de la organización. Así pues, son los encargados de transmitirla, por diversos canales, a sus entornos. De este modo, impactan en la imagen que ofrecemos al mundo como organización deseable (o no) para trabajar en ella.
Este concepto se resume en otra pregunta clave: “si pudieras elegir, ¿dónde querrías trabajar?” Es habitual escuchar respuestas como Google o Disney, y esto es precisamente por la marca que han creado como empleadores. Es por ello que trabajar, promover e incentivar una buena experiencia de empleado, poniendo a las personas en el centro, se ha convertido en un aspecto clave. Es necesario dar prioridad al desarrollo profesional (y personal) de los miembros de nuestras organizaciones. Es decir, el employer branding posee un significado real más allá de la reputación.
Una empresa es, ante todo, un grupo de personas. Es la suma de sus “marcas personales” lo que ayuda a construir la marca de la empresa. Pensemos en un equipo deportivo de élite, la marca / reputación individual de cada jugador suma decisivamente a la del grupo, y viceversa. [
Algunas acciones que podemos llevar a cabo para generar una buena imagen de marca como empleadores son:
No es de extrañar que las empresas más conocidas por tener un buen employer branding sean organizaciones de nueva creación que, además, también lideran los procesos de transformación digital a nivel mundial. Cabe decir que empresas más conservadoras la viven todavía como una asignatura pendiente.
Claros ejemplos de buen employer branding son empresas como Google, que ofrece a sus empleados horarios totalmente flexibles y salas de juegos para desconectar del trabajo. O Netflix, donde los trabajadores pueden elegir el número de días de vacaciones.
Otros casos de empresas que han sabido adaptarse rápidamente son Starbucks, con una gran presencia en las redes enfocada a la experiencia de sus empleados. O Affinity Petcare, donde los empleados pueden llevar a su mascota al trabajo.
En el caso de IKEA, una de las empresas de retail mejor valoradas, la estrategia empieza desde el proceso de selección. Durante el mismo, se anima a los candidatos a llevar una foto de su salón. Así se identifica rápidamente a las personas que tienen una verdadera pasión por los muebles y la decoración del hogar, y potenciar así la pasión de todos sus empleados.
Cada compañía pone en práctica diferentes recursos para sus empleados: formación, desayunos saludables, incentivos en viajes o guarderías dentro de la empresa, entre otros. Lo más importante es saber adaptar esta estrategia a nuestro caso en particular para conseguir lo que todas las empresas buscan: captar y retener los mejores talentos del mercado para hacer crecer nuestro negocio de manera conjunta.