Martech es la abreviación de ‘marketing’ y de ‘technology’, dos conceptos que se fusionan para hacer referencia a todas las herramientas que los profesionales del marketing digital utilizan en su día a día para desarrollar sus actividades. En este artículo, te contamos con más detalle en qué consiste y las ventajas de utilizarlo, y lo pondremos en relación con otro concepto similar, el adtech.
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El concepto martech hace referencia al conjunto de herramientas de marketing, plataformas y tecnologías que se utilizan dentro de este ámbito para planificar, ejecutar y medir las actividades de este y de la publicidad digital.
Estas tecnologías abarcan diferentes áreas de trabajo, como la gestión de relaciones con los clientes (CRM), la automatización del marketing, el análisis de datos, gestión de contenido, optimización de motores de búsqueda (SEO), publicidad en línea, marketing de redes sociales, etc.
En cuanto a las aplicaciones en sí, el uso de las herramientas martech permite conocer los cambios en el comportamiento del consumidor y adaptarse a ellos, segmentar audiencias, personalizar mensajes o medir el impacto y el retorno de la inversión (ROI) de las actividades y tipos de marketing.
Las ventajas del martech son muy amplias: utilizando las herramientas que te mostremos luego de forma óptima, podrás llegar a clientes sin límites.
El martech cuenta con herramientas que facilitan la colaboración y la coordinación entre equipos, como las plataformas de gestión de proyectos, comunicación en tiempo real y sistemas de seguimiento de tareas. Además, permiten evaluar el rendimiento de las estrategias de comunicación interna, identificar áreas de mejora y adaptar las tácticas según las necesidades del equipo. Es decir, que se mejoran las relaciones y se incrementa la productividad.
Como ya explicamos en nuestro post sobre Customer Centric, la estrategia centrada en el cliente es algo que permite la tecnología en la actualidad. La recopilación y el análisis de datos que permiten estas herramientas, facilita la segmentación de las audiencias y la personalización de los mensajes que se mandan, según los intereses y los comportamientos individuales. Las experiencias personalizadas aumentan la relevancia y la conexión emocional.
Martech optimiza la relación con los clientes y los leads al ofrecer herramientas que ayudan a comprender mejor sus necesidades y comportamientos. Las plataformas de CRM y análisis de datos recopilan información detallada sobre cada cliente, por lo que las interacciones se pueden personalizar. Además, con la automatización se pueden dar respuestas rápidas a cuestiones sencillas y así agilizar las comunicaciones.
Por otra parte, el análisis predictivo ayuda a las empresas a anticipar las necesidades futuras de los clientes y ofrecer soluciones que se anticipen a ellas. Con ello, se fortalece la relación, se mejora la satisfacción y se potencia la fidelización.
La automatización de tareas repetitivas permite optimizar el tiempo y los procesos, y se agilizan las operaciones para poder centrar la atención en otras tareas creativas o más relevantes a nivel estratégico. Al mismo tiempo, la segmentación de las audiencias y la consecuente personalización de los mensajes, maximiza el impacto de las campañas.
Un término que suena similar, pero que no tiene el mismo significado es el adtech. Es el acrónimo de advertising technology, y se refiere a la tecnología utilizada en la industria de la publicidad digital. Como en el caso anterior, incluye diferentes herramientas y plataformas, pero que se centran en facilitar la compra, la gestión y la optimización de espacios publicitarios online, como anuncios en redes sociales, búsquedas pagadas y display ads.
El adtech se centra en llegar a audiencias específicas y generar conversiones, mientras que el martech abarca un espectro más amplio. Como vimos, sus herramientas no son solo para un área concreta, sino para la gestión de las relaciones con clientes, la automatización del marketing y el análisis de datos, siempre con un enfoque en la comunicación y la relación con los clientes.
Dentro del adtech, las tecnologías que más se emplean son las siguientes:
La publicidad programática utiliza algoritmos y software para comprar y vender espacios publicitarios de forma automatizada y en tiempo real. Con esta tecnología, el gasto publicitario se optimiza, ya que se puede llegar a audiencias muy segmentadas. Aquí se incluyen subtipos como el Real-Time Bidding (RTB), donde se realiza una puja en tiempo real por los espacios publicitarios, y la compra programática directa, que implica acuerdos previos entre anunciantes y editores.
El remarketing consiste en mostrar anuncios a usuarios que previamente han interactuado con un sitio web o una aplicación, pero que no han completado una acción deseada. Por ejemplo, una compra. Se utilizan cookies y píxeles de seguimiento para identificar a estos usuarios y mostrarles anuncios relevantes cuando navegan por otros sitios web o plataformas. El objetivo es incrementar la conversión.
Las redes sociales no dejan de crecer en número de usuarios, por lo que resultan muy atractivas para la publicidad digital. Cuentan con sus propias herramientas, que son personalizables por cada anunciante. Además, proporcionan opciones de segmentación detallada, como datos demográficos, intereses y comportamientos. Los formatos publicitarios también son varios, según sean los objetivos que se persigan, como anuncios de vídeo, imágenes y anuncios carrousel
La publicidad nativa consiste en crear anuncios que se integran de forma natural con el contenido de la plataforma donde se muestran. La intención es que resulten menos intrusivos y, con ello, más atractivos para los usuarios. Estos anuncios se pueden adaptar al diseño y formato del entorno en el que se encuentran, ya sea un sitio web, una aplicación móvil o una plataforma de redes sociales. El resultado es una experiencia publicitaria más orgánica y un aumento de la probabilidad de que los usuarios interactúen con el contenido publicitario.
Lo más importante es que la implementación del martech sea gradual. Un buen punto de partida son las herramientas colaborativas, que permiten que la comunicación del equipo sea rápida y ágil, y se puede usar tanto para organizar tareas como para enviar archivos. Para el resto de herramientas, se recomienda identificar primero los objetivos que se persigan, y en función de estos, se elegirán unas herramientas u otras. Una vez se ha iniciado el proceso, se deben establecer objetivos muy concretos cada semana o 15 días, que sean fáciles de implementar y realistas.
Para aplicar el adtech en una empresa, primero se debe evaluar su idoneidad en función de cuáles sean los objetivos de marketing específicos, como aumentar la visibilidad de la marca, generar leads o impulsar las ventas. Después, se seleccionarán las tecnologías más adecuadas según el presupuesto y las necesidades, como la programática, el remarketing, la publicidad en redes sociales o la publicidad nativa.
Para valorar la necesidad de implementar estas herramientas, se deben considerar factores como el público objetivo, el nivel de competencia, el retorno de inversión esperado y la capacidad interna para gestionar y optimizar las campañas publicitarias digitales. En función de los resultados, se podrá valorar si realmente el adtech resultará rentable y permitirá alcanzar los objetivos establecidos, o si, por el contrario, será mejor buscar alternativas.