En cualquier conversación sobre Transformación Digital, independientemente del sector o el nivel de los interlocutores, se mencionan cuestiones técnicas como el big data, la inteligencia artificial o la automatización. Un poco como quien habla de las atracciones más espectaculares de un parque temático. Por el contrario, se presta poca atención al verdadero elemento clave del cambio: las personas. Disneyland no funcionaría sin los empleados que la dotan de magia. Lo mismo ocurre con la mayoría de las empresas que tratan de avanzar en su proceso de transformación digital. Fallan porque desprecian la importancia del factor humano. Así que, para comprender qué significa digitalizar una empresa, nuestro Máster en Transformación Digital e Innovación pone el foco en las dos vertientes del proceso.
La explicación más evidente es la que probablemente hayas leído en más de una página web con palabras parecidas a estas: la digitalización de una empresa hace referencia a un proceso. Este proceso consiste en adoptar soluciones tecnológicas y transformar la cultura empresarial de tal manera que se ofrezca mayor valor a los clientes. De este modo se encuentran nuevas soluciones y se abren las puertas a nuevos modelos de negocio.
Digitalizar una empresa tendría que ver, pues, con automatizar, optimizar e implementar las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías.
Y todo eso es cierto. Pero no lo es menos que la digitalización también debe tener en cuenta el factor humano de la empresa. Por eso se puede contestar a qué significa digitalizar una empresa con otra serie de respuestas, como estas:
En resumidas cuentas, se nos dibuja un horizonte más halagüeño de lo que podríamos esperar si asumiéramos que digitalización es sinónimo de automatización.
Y es que, cuanto peor pintan las cosas para los seres humanos, frente a los robots y a las máquinas, resulta que las organizaciones tendrán que trabajar más que nunca en ser atractivas y deseables (la denominada marca empleadora o employer branding). Solo así podrán afrontar el mencionado reto del talento: atraer a los mejores candidatos, realizar una labor continua de formación y mejora para motivarlos y fidelizarlos para que atraigan a otros candidatos potenciales. “Cuida de tus empleados y ellos cuidarán a tus clientes”.
Hemos superado la fase de “Experiencia de Cliente” para llegar a la fase de “Experiencia de Empleado” y no porque la primera (cliente) no sea fundamental, sino porque la segunda (empleado) es una condición necesaria para conseguir la primera. En otras palabras:
"No hay experiencia de cliente sin experiencia de empleado".
Las empresas punteras en destacar por una transformación digital basada en la experiencia de sus empleados empiezan por un pilar fundamental: su cultura.
Para quienes se preguntan qué significa digitalizar una empresa, la respuesta está en Zara. En su caso, la digitalización significó un incremento claro de la rentabilidad. Incremento conseguido gracias a la apertura de su tienda online y a la aplicación de técnicas de marketing efectivas. En el eje de su éxito se encuentra el uso de información de los usuarios.
Lego ha implementado un amplísimo abanico de estrategias de marketing, pero también ha triunfado a la hora de contestar a la cuestión de cómo hacer una transformación digital efectiva. Al fin y al cabo, la marca es conocida por fabricar piezas de plástico. Poco de digital hay en ese negocio, ¿no?
Error: Lego ha creado Lego Ideas, una plataforma en la que sus usuarios pueden compartir sus creaciones de Lego y participar en retos. Algunas de esas ideas se convierten en productos finales. En este caso, digitalizar una empresa significa aprovechar el talento de tus clientes.
Puede que no exista un sector más conservador que la banca. No obstante, BBVA incluso ha obtenido reconocimiento derivado de su transformación corporativa digital. En concreto, por haber desarrollado la aplicación de banca móvil número uno del mercado. Que ayuda a que los clientes del banco gestionen mejor su situación financiera.
Un estudio realizado por las universidades de Duke y Columbia a unos 2.000 directivos a nivel mundial, revela que la gran mayoría de ellos sitúa la cultura corporativa como la principal palanca para desarrollar una transformación digital efectiva. El punto negativo es que también una amplia mayoría admite no estar cerca de poseer una cultura corporativa que guíe a su gente en la dirección correcta.
No hay tiempo que perder, es el momento de empezar a trabajar con rigor la cultura en las organizaciones. Esto debe dejar de ser una isla paradisíaca perdida, de la que se habla como algo bonito y aspiracional. Debe convertirse en una realidad, dotada de recursos, compromiso y priorización. Y entendiendo que la cultura de una organización es una inversión a largo plazo. Algo que compete a toda la organización y no solo a la figura del Digital Manager. Aunque este sea ahora mismo el perfil clave más evidente en el proceso de transformación digital.