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Diferencias entre industria 4.0 e industria tradicional

Business 
26/01/2023

La Industria 4.0, también conocida como la Cuarta Revolución Industrial o Revolución Industrial 4.0, procura la transformación de los negocios. Su objetivo es que sean más inteligentes y automatizados. Mientras la Tercera Revolución Industrial se centró en cambiar los procesos mecánicos y analógicos a procesos digitales, la Cuarta se centra en aumentar el impacto de nuestras tecnologías digitales. Y lo logra al hacer que las máquinas adquieran autosuficiencia, sean capaces de comunicarse entre ellas y de procesar enormes cantidades de datos. Todo ello en nombre de la eficiencia y el crecimiento. 

La tecnología 4.0 representa un cambio fundamental en la forma en que operan las empresas. Tan fundamental como el cambio de la energía de vapor a la electricidad en la Segunda Revolución Industrial.

¿En qué se diferencian cada una de las revoluciones industriales?

La primera revolución industrial llegó con el auge de la mecanización, la energía hidráulica y la de vapor.

A esto le siguió la segunda revolución industrial, que tomó como base la producción en masa y las líneas de montaje eléctricas.

La tercera revolución industrial llegó con la electrónica, los sistemas informáticos y la automatización. Y esto condujo a la cuarta revolución industrial, que está asociada con los sistemas físicos cibernéticos. A partir de aquí, lo anterior se considera industria tradicional.

Industria 4.0

En términos generales, la Industria 4.0 describe la tendencia creciente hacia la automatización y el intercambio de datos en tecnología y procesos dentro de la industria manufacturera, que incluye:

  • Internet de las cosas (IoT)
  • El internet industrial de las cosas (IIoT)
  • Sistemas ciberfísicos (CPS)
  • Fabricación inteligente
  • Fábricas inteligentes
  • Computación en la nube
  • Computación cognitiva
  • Inteligencia artificial

De todo el proceso hablamos en profundidad en nuestro Máster en Gestión de la Industria 4.0 y Automatización de Procesos.

La Cuarta Revolución Industrial también se relaciona con las tecnologías de gemelos digitales. Estas tecnologías digitales pueden crear versiones virtuales de instalaciones, procesos y aplicaciones del mundo real. El objetivo es poder probarlos para tomar decisiones descentralizadas rentables, uno de los retos que se le presentan.

Estas copias virtuales se pueden crear en el mundo real, y vincularse a través del Internet de las cosas. Lo que permite que los sistemas ciberfísicos se comuniquen y cooperen entre sí y con el personal humano. El resultado será un proceso de automatización e intercambio de datos en tiempo real.

Dicha automatización incluye interconectividad entre procesos, transparencia de la información y asistencia técnica para decisiones descentralizadas.

Ejemplos de Industria 4.0 en la vida cotidiana

Fabricación

Audi está preparando su producción para el futuro mediante fábricas inteligentes. En las mismas, los macrodatos facilitarán un tipo de proceso de producción altamente flexible y eficiente. Un método de producción en el que Audi ya no fabricará sus coches en una línea de montaje. Por el contrario, lo hará de acuerdo con un concepto radicalmente nuevo y disruptivo, que es el montaje modular.

Además, Audi persigue muchos otros proyectos interesantes enfocados en tecnología 4.0. Desde la aplicación de gafas de realidad virtual, hasta la impresión 3D de metal. E incluye  parámetros de gestión de la sostenibilidad, entre otros.

 

Industria 4.0

 

Big Data y análisis de datos

El Big Data es exactamente lo que parece: grandes cantidades de datos. Montañas de estadísticas y números tan grandes que los humanos y los equipos informáticos tradicionales podrían pasar años examinándolos manualmente, y aun así no obtener mucho valor real.

Con las máquinas en el asiento del conductor, esta historia cambia completamente. Usando las capacidades informáticas avanzadas de hoy, esos enormes flujos de datos puros y sin adulterar se pueden transformar en información. Pero no en cualquier tipo de información, sino en una precisa y procesable. Capaz de impulsar la toma de decisiones en cualquier sector industrial. Las fuentes de datos pueden incluir todo: desde sensores IoT en plantas de producción, o sistemas de iluminación, hasta datos de ventas o factores relacionados con la cadena de suministro.

De hecho, el Big data sustenta gran parte de la revolución 4.0. Cuantos más datos se utilicen, mayor será el nivel de eficacia.

Ejemplo de Big Data y análisis en la industria 4.0

Imagina un taller en algún lugar de Toledo que tiene un pequeño sensor conectado a todas y cada una de las máquinas en esa fábrica. Ese sensor está constantemente registrando y analizando información. Y lo hace tanto on site como en la nube. Todos los datos de este pequeño sensor se recopilan y se introducen en un algoritmo de aprendizaje automático. Así, estos se pueden analizar para predecir defectos de calidad y prolongar la vida útil de la herramienta.

El algoritmo analiza los datos recogidos por el sensor. Y gracias a él, podremos saber cosas como la probabilidad de que alguna pieza falle. Una vez que se tiene ese conocimiento, se pueden programar tareas de mantenimiento. Así se asegura el funcionamiento de la máquina, lo que permitirá que la producción siga su curso sin interrupciones y sin afectar a los costes ni a los ingresos. Es lo que se llama “mantenimiento predictivo”, y uno de los avances propios de la Industria 4.0.



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